Introducción:
La violencia doméstica es un flagelo que inflige heridas profundas no sólo a sus víctimas inmediatas, sino también a los espectadores inocentes que a menudo sufren en silencio: los niños. Como testigos silenciosos de escenas tumultuosas de abuso, los niños sufren cicatrices psicológicas que pueden durar toda la vida.
Como apasionados creyentes en la reducción de conductas tóxicas en la sociedad, en este blog exploraremos el impacto devastador de la violencia doméstica en la salud mental de los niños y por qué se necesitan acciones urgentes para romper el ciclo del trauma.